Señora Marujita

Pensar que algún día podemos separarnos Dejando que este amor  naufrague en el olvido Pensar que algún día  podemos encontrarnos Como dos que jamas  se hubieran conocido Pensar que tantas horas de amor y de ilusión que anidan en el pecho de esta loca pasión Serán tal vez mañana  cenizas a los vientos Cenizas a los vientos  de implacables hastíos y en nuestros corazones dos altares vacíos  otras nuevas hogueras de amor se encenderán Maria Vizcaino B Enero, 1958

  En la poster congoja de mi horizonte incierto, el Creador me envía ocho luceros de luz ocho vidas ocho poemas de amor   Lore, Carolita, Dani, Andreita y Sofí cinco estrellas, cinco joyas de fulgurante luz, corolas que embriagan y me dan una dulce esperanza, lo que miro en cada una de ustedes con infinito amor.   Andresito, Betito y Dieguito tres claveles, tres lirios , tres canciones, mis chiquitos bullangueros, traviesitos, juguetones. Cada vez que los miro, los miro con sublime emoción.   Y en el divino cielo de cada dulce mirada, escribo estos versos soñolienta de amor.  

  Lore: Manantial de inmensa ternura, tu sutil sonrisa acaricia y embriaga a quienes te rodeamos llenándonos de alegrías y esperanza. Si no tienes nada que dar, brindanos algo tuyo, lo mejor de tí, una sonrisa.   Carolita: Milagro de la vida, enigmática, emprendedora, soñadora. Tienes un corazón tierno, por tu exquisita sensibilidad contrasta con tu altivez y de carácter temperamental. Capaz de alcanzar los más grandes ideales.   Dani: Tus grandes ojos profundos y dormidos delatan grandes creaciones. Tu inteligencia tierna capaz de grandes creaciones. Serás la poetiza del siglo XXI que Dios te ayude.   Andreita: Buganvilla de pétalos salpicantes, tu sonrisa por las virtudes incrustadas en tu alma siendo cariñosa, atenta, calladita, ayudadora, afanosa triunfadora en la vida cosecharás triunfos.   Sofía: Lucerito bajado del cielo, corola que perfumas por doquiera que vayas. Eres la ben...

Han pasado los días Han pasado los años se ha acabado mi vida, mis sueños de mujer. No sé si he vivido. No sé si he soñado, pero si sé que todo, todo en mí ha cambiado, y hoy solo soy una sombra una sombra sin nada, una flor sin fragancia, sin pétalos deshojada, que deambula en las noches sin ninguna ilusión.   Solo me quedan ellos, mis únicos amores, cuatro claveles rojos, esencia de mis flores. mis hijos, mis anhelos, razón de mi existir.   Los sueños no son sino inciertas sensaciones delirios reprimidos, fatales frustraciones tejidos en las noches de cruel desilusión -María Vizcaíno  

Me siento sola, inmensamente sola, del corazón herido, salen gotas de un gran dolor. El dolor de mirarte muy lejos de mi vida, ajeno y más ajeno. como que nunca, nunca te podré alcanzar. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuánto tiempo he soñado? Sintiendo un frío interno a mi alrededor. Me espanto de repente de ver como uno puede vivir así de triste, tan solo el corazón. A veces sueño y pienso, en un lejano día, en una aurora hermosa, en un nuevo amanecer. Mi íntimo yo suspira y quedadamente dice: Ya nunca volverá          -María Vizcaíno